domingo, enero 13, 2008


Desde niña mi mamá luchaba para que yo tomara leche. Que chocolate, que vainilla, que cocoa y nada. La leche me caía de la patada al estómago. Sin embargo, a nadie en mi familia se le ocurrió investigar la causa de ello. Todos se limitaba a reprimentadas, chancletasos..."que si no tomás la leche se te caerán los dientes!" "que los niños tienen que tomar leche todos los días por el calcio!" "que más te vale te tomés toda la taza o te muelo a palos!"...y entre tanta palabra cariñosa la chaurrita tragaba y vomitaba al rato.

Obviamente al llegar a mi adolescencia y no mandarme nadie, se terminó mi mala relación con las vacas, la pauterización y la famila entera. En mi primer exámen completo médico de mi vida, ya viviendo en la ciudad de Los Angeles, me vine a enterar que padecía de intolerancia a la lactosa. Eureka! Se esclarecieron mis preguntas.

Gracias a un buen amigo descubrí la existencia de la leche de soja. Debido a que uno de los privilegios de vivir en éste país es tener diversidad de marcas y de productos, opté por probar cuanta caja diferente encontré en el mercado.
Y he aquí mi leche preferida:

Silk Soy Milk

A esta razón por la cual decidí dejar de tomar leche de vaca le agregué hace dos años atrás estas otras razones:

"Un vaca produce leche sólo tras haber parido a un ternero. Cada año le forzamos un embarazo y matamos a su ternero para poder quedarnos con su leche. Tras cuatro terneros matamos y nos comemos a la vaca cuando tiene unos siete años de edad, incluso aunque podría llegar a vivir unos veinte, porque ya es menos productiva. El 70% de la carne de vacuno procede de las vacas lecheras. El vacuno, la leche y la ternera son todas un mismo negocio, todas la misma sangrienta y esclavizante industria¨."

martes, enero 01, 2008

Frases de vegetarianos famosos.


“Mientras el hombre continúe siendo el destructor despiadado de seres inferiores no conocerá la salud ni la paz. Mientras el hombre masacre animales, se matarán unos a otros. Ciertamente aquél que siembra la semilla del asesinato y dolor no puede cosechar gozo y amor”. Pitágoras ( 585-500 A. C. ).